miércoles, noviembre 25, 2009


La conciencia vuelve lentamente a mi…

comienzo a saber que no estoy en mi cama,
escucho una respiración que me provoca sonreír.
Aguardo un momento, quiero enfocar adecuadamente,
me giro y te veo a mi lado…
tu ojos cerrados, rostro sereno,
el pecho moviendose rítmicamente.

Aún no lo creo; duermes a mi lado,
sientes que me he movido
y con los ojos aún cerrados, tus manos me buscan.
Cierro mis ojos y me dejo inundar de sensaciones.
Tus manos asidas a mis caderas me acercan a ti,
siento tu aliento en mi cuello,
hundes tu cara en mi cabello.

Te acercas hasta que siento como tu cuerpo despierta…
me dices al oído que me amas,
esa voz grave, se vuelve aún más ronca y sexy por el sueño.
Me besas y dejas que tus labios recorran mi pecho…
tus dedos llegan a mi vientre y trazan su camino.

Me abandono al vaivén que marcan tus muñecas,
siento que me elevo cayendo en un precipicio…
una mano tuya toma la mía; los dedos se entrelazan,
veo el contraste de nuestras pieles
y recuerdo la frase frente al espejo.

Me gusta que me toques sin pudor,
sabiendome tuya, no apresuras nada,
sabes como y cuando quieres hacerlo.

Me vences con tus caricias,
me llevas a la locura
y te hundes en mi.
Sonríes y me miras, me sabes tu mujer.

Me gusta cuando dormimos juntos,
aunque eso no fue ayer.

2 comentarios:

arawaco dijo...

Conciencia... a muchos les falta

Unknown dijo...

simplemente encantador felicidades mas de esto porfa