en 140 caracteres

Hace cinco meses con siete días conocí este sitio algo extraño…

Twitter

@rudocute me había mirado feo, horas antes;
-¿Cómo que no tienes cuenta en twitter?-
-este… pues no, no tengo… ¿y esa cosa, es muy importante?-
me miró en silencio y después se echó a reír

Y si… caí en su trampa.

Me doy de alta y escribo: @abejasinmiel

Ingresé en ese mundo de monólogos, palabras extrañas, síntesis extrema, charlas fraccionadas, hipertextos, sin sentido, coherencia y relaciones virtuales.

De pronto existían cosas como: "trend topic", "hash tag", "follow", "Direct Messages" "ReTwitt", "follow friday" y un sin fin de términos completamente desconocidos para mi. Pero TENÍA que entrarle, eso de que me vieran feo, no iba permitirlo. A los dos días entendía a la perfección como funcionaba el sitio, pero había un detalle… solo me seguían unas ocho personas,

-caramba, que difícil es que en estas redes te acepten- pensé.

Pero no me di por vencida y seguí "twitteando" […empiezo a hablar raro…] y mi numero de seguidores y personas a las que sigo crece… me hago de un grupo de "amigos virtuales" y cuando me doy cuenta, estoy metida twitteando desde las 6 a.m. hasta la 1 ó 2 de la mañana siguiente… esto si que es absorbente y divertido…

Una tarde de viernes con ocio, @inviernofunk crea un hashtag "#yonuncanunca" y me veo confesando cualquier sarta de cosas que ni mis mejores amigas sabían de mi… en pocas horas el tag tiene un éxito que dura hasta el lunes de la siguiente semana.

De una manera que aún desconozco, mi username adquiere vida y se vuelve un personaje; tachado de ser desde un bot hasta un hombre virgen con desviaciones sexuales… Me divierte, pero mis followers piden constancia de mi existencia y les doy gusto posteando una foto que no les dejará duda.

Alguien interesante me sigue; @edgarclement, tiene una manera particular de escribir y jugamos a enredarnos las palabras.

Una semana después viene un juego más; #miercolesdepiropos y no hago más que leer, pero me decido a hacer un par de intervenciones que valgan la pena. Entro a la regadera y mientras me doy el champú, la idea viene a mi mente, me apuro a enjuagarme y salir a twittear.
Las palabras son:

❝Con este par de labios le hago una funda a tu pistola #miecolesdepiropos❞

Clement hace un ReTwitt y seguimos jugando.

Pasan los días y hay este hombre [@hgarcianeri] que empieza a meterse cada vez más en mis twitts, después en mi mente y termina ganandose mi corazón.

Descubro que es el hombre que siempre soñé y nunca creí que existiera y ahora es mi pareja, irónico… me conoció por el RT de Clement… #benditotwitter.

Mi cambio de perspectiva me convierte en; @abejaconmiel

Y si he de ser sincera; #yoconfieso que soy #twitteraddict y me encanta serlo. Cada uno de mis followers significa algo especial para mi. Ahora tener stalkers, trolls, "fans", amigos, consentidos e imperdibles, se ha vuelto parte de mi vida. Una familia me ha adoptado, usuarios me han tachado, polémica he creado y hasta con mi futuro me ha presentado.

Ese es el poder de un twitt.