jueves, julio 30, 2009

Reflexión con Carlos Fuentes en "La región más transparente"


El problema consiste en saber cómo se imagina uno su propia cara. Que la cara sea fea o bella, no importa. Todo es imaginarse la propia cara; interesante, fuerte o ridícula, tonta. Yo tengo mis temporadas. Arqueo las cejas y saco el labio inferior, inflo el pecho. Estoy segura de que la gente en la calle me distingue y se percata  de mi personalidad. Soy una mujer radiante, magnética. Otras veces amanezco con un vacío inquietante en la boca del estomago, salgo arrastrando los pies, con la cabeza baja, y estoy segura de que todos murmuran, se ríen y señalan a esta pobre diabla. Todo depende de estados de ánimo, de impulsos exteriores.