lunes, agosto 20, 2012

Tuvimos un sirenito

(o nuestro "Recuerdito de Veracruz")

Hace justo un año, andábamos en el Puerto…Nunca hubiéramos imaginado que regresábamos con un pequeño polizonte.


Fue un viaje maravilloso; nos divertimos como enanos y conocí al resto de la familia.
Quién iba a pensar que, ese fin de semana largo, cambiaría nuestra vida y mi estatus de por vida.

Tres meses después me descubrí rechazando chocolate, ¡sí, CHOCOLATE! poco menos que sacrilegio, y algo me decía que en mi cuerpo había algo raro…una crisis de algodoncillo, ¿a mi edad? 

Los estudios de sangre lo confirmaron; la Abeja tendría una Larva.


Creíamos que sería un niño, pero en diciembre nos dijeron que una mujercita iluminaría nuestros días; decidimos llamarla Ariadna Michelle.


Puedo recordar que, a diferencia de otras mujeres, no me urgía que naciera. Así la tenía siempre conmigo y podía cuidarla de todo (aunque me dejara las noches en vela, por no dejar de patear).


La única solución, era la mano de su papá; con ella sobre mi panza lograba dormir unas horas.


Nació una tarde de mayo



Lo vi entrar a la habitación y desde que la miró por primera vez, supe que sería Daddy's Girl desde ya.


Y me volví hiper cursi y sensible, y ahora soy una ñoña que de todo toma fotos
y guarda papelitos.
Ver crecer a mi niña, es lo mejor que me pudo dar la vida; tengo tanto por tratar de enseñarle, tanto por platicarle, tanto por aprenderle.


 Una sonrisa de esta señorita, es el mejor pago que uno pueda tener.


Paz, es verla dormir


y se me van los días; el tiempo corre más rápido al verla crecer









y en un cerrar y abrir de ojos, ya tiene tres meses


y si me preguntan; yo ya sé qué es la felicidad.


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