Hoy por fin me levantan el castigo,
no más ayuno para la abeja.
Vino la charola del desayuno...
después de verlas llegar a todas las demás moradas, imaginarme y antojarme, llegó la mía:
zanahorias hervidas, chayotes hervidos, una manzana (adivinen... si! hervida), tres rollitos de jamón de pavo y té de manzanilla...
obviamente todo sin sal o azúcar.
Sé que suena horrible,
pero después de cuatro días de solución salina,
solución glucosa y suero fisiológico por una intravenosa,
juro que sabía bien.
Por la tarde traen otra charola; calabazas cocidas, pasta de codito solo hervida, picadillo (nada que ver con el sabrosisimo que hace Alita... mmm ¡aceitunas y tocino!), dos rebanadas de pan de caja, una pera hervida y agua de limón (sin azúcar ni limón).
¡¡¡La comida de hospital APESTA!!! pero es mejor que de plano no tener nada.
sábado, julio 25, 2009
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